La película está dividida en dos partes, las cuales tienen historias antagónicas.
En la primera, una peligrosa traficante de drogas que ha perdido una mercancía de cocaína por culpa de unos contactos indios, pasa la noche con el solitario agente de policía 223. Qiwu, el agente 233, ha sido recientemente abandonado por May, su novia. Qiwu, al verse abandonado por May, busca por todos los establecimientos latas de piña -la fruta favorita de May- que caduquen el primero de mayo de 1994. Por otro lado, Bridgette recibe a su vez una amenaza por parte de su contacto occidental, que le da una lata a punto de caducar como símbolo del tiempo que tiene para encontrar la droga perdida, tras lo cual Bridgette decide, puesto que no ha encontrado la mercancía, salvar su vida asesinando al contacto, el único personaje no oriental de toda la película. Tras la muerte del cual podemos recibir un breve flash del rostro oriental de Lin. Dentro de esta historia, la obsesión con el tiempo es constante, como claro símbolo de la cuenta atrás de la propia ciudad de Hong Kong. Al final de la historia, ambos personajes se encuentran en un café. Él acaba conquistándola, pero tras subir a la habitación del hotel, no llega a consumarse el acto sexual: ella se duerme, él come ensaladas del chef y se va al amanecer. Al final, lo único que le queda al agente 223 es una felicitación por su cumpleaños en su busca.
El cambio en la segunsa historia inicia cuando el agente 233 se dirige al bar Midnight Express y rechaza a la alocada Faye, una chica que acaba sintiéndose atraída por el agente 663, interpretado por Tony Leung. Este agente tiene una relación con una azafata, que acaba por abandonarle. Conoce a Faye porque cada noche pasa por el Midnight Express a pedir una ensalada del chef para su chica. La relación que desarrollan ambos personajes es extraña: Faye, enamorada del agente, consigue las llaves de su casa para dedicarse a cambiar el espacio íntimo del agente por otro. Conocedora de los problemas de insomnio del agente, pone somnífero en sus botellas de agua, y para que olvide a su novia azafata, esconde todos los objetos que puedan recordar a la misma, cambia un peluche por otro, "ahoga" a un avión de juguete en la pecera, esconde la camisa de la azafata, y un largo etcétera en el que Faye trata de reconfigurar el mundo del policía.
El agente 663 obviamente nota las diferencias, y sabe que la chica entra en su casa, aunque no se lo diga. La personalidad del agente 663 presenta ciertas costumbres que no se antojan muy normales: principalmente, su costumbre de desdoblarse sobre objetos, de hablar con ellos como si fueran seres vivos con conciencia propia, claro símbolo de su debilidad psicológica tras el abandono.
La historia de los dos personajes acaba cuando el policía cita a la camarera del Midnight Express en el bar California. Contra toda expectativa, Faye acaba en la verdadera California, de la que vuelve un año después, convertida en azafata, mientras que el agente 663 se encuentra rigiendo el Midnight Express.
A nivel visual, predomina el barroquismo. Como el tiempo de rodaje y el presupuesto eran muy limitados, en lugar de complicados esquemas de colores, realizan un juego de cámara, alterando la velocidad de la película. Este efecto visual también resalta la división de la película: la primera parte está dominada por un estilo borroso, a basa de sobrexponer la película ante gente moviéndose. En la segunda parte el efecto es de reposo, y rápidamente reaparecen los largos planos típicos de Wong, que además juega con la velocidad de reproducción, y nos ofrece a los personajes quietos sobre un fondo de gente que se mueve a gran velocidad, suponemos que con intenciones de ofrecer una gran metáfora visual. Todas las escenas están además rodadas prácticamente con una sola cámara, que ha de seguir a los personajes por todo el escenario, fomentando el aire de libertad, improvisación.
En el aspecto musical esta la presencia de una banda sonora, que une temas de “The Mamas and the Papas” con canciones de jazz ligero a dúo de metal y órgano. También hay que destacar una versión de “Dreams”, de los Crandberries, cantada por Faye Wong, en su idioma natal.
Personalmente la película no me gusto, porque veo una ambientación muy sencilla y poco planificada, la actuación de los actores me deja un aire de improvisación y no siento identificación alguna con ellos, la trama me resulta es un tanto confusa y por otro lado veo muchos espacios vacios que son rellenados con tomas de objetos y producción de secuencia no es lógica. Me inclino mas por el cine occidental.
En el aspecto musical esta la presencia de una banda sonora, que une temas de “The Mamas and the Papas” con canciones de jazz ligero a dúo de metal y órgano. También hay que destacar una versión de “Dreams”, de los Crandberries, cantada por Faye Wong, en su idioma natal.
Personalmente la película no me gusto, porque veo una ambientación muy sencilla y poco planificada, la actuación de los actores me deja un aire de improvisación y no siento identificación alguna con ellos, la trama me resulta es un tanto confusa y por otro lado veo muchos espacios vacios que son rellenados con tomas de objetos y producción de secuencia no es lógica. Me inclino mas por el cine occidental.